El frasco de la calma forma parte de las creaciones de la gran pedagoga Maria Montessori, cuyos preceptos educativos y creaciones son referente a nivel mundial. Se recomienda introducirlo a partir de los 2 años.
Cuando el niño esta estresado, su ritmo cárdiaco y su respiración se aceleran y su mente se bloquea (por eso muchas veces les preguntamos porque lloran, y ni siquiera saben que decirnos). Al centrarse en el frasco, se genera un orden en el inconsciente que comunica al cerebro que disminuya la agitación.
El frasco de la calma es un simple bote de cristal o plastico transparente, lleno de agua, pegamento y brillantina, que es agitado ante sus ojos con la intención de desviar su atención hacia los patrones y movimientos del líquido.
Si aplicamos bien esta técnica y tenemos paciencia, con el tiempo veremos como es el niño, por iniciativa propia, el que recurre al frasco cuando necesite relajarse, pensar o centrarse.
- 1 Frasco de plástico transparente con tapa. (el original era de cristal, pero es mejor de plástico para los peques, así evitamos accidentes)
- Unas cuantas gotas de colorante alimentario del color que preferais.
- Pegamento liquido transparente.
- Brillantina del color que prefirais. (se puede añadir también alguna con formas como estrellitas, para darle mas textura al resultado final)
- Agua caliente.
- 3 cucharadas de champú infantil transparente o glicerina ( se vende en drogerias o farmacias)
- pistola de pegamento caliente, o superglue, si no tenemos.
PREPARACIÓN:
- Llena tu frasco con agua hasta algo menos de la mitad.
- Añade pegamento líquido transparente hasta que veas que el conjunto comienza a tener un aspecto más denso, dependera del tamaño que tenga tu frasco. Cuanto más pegamento eches, más despacito bajara la purpurina.
- Añade las 3 cucharadas de glicerina o champú transparente, y mecla bien todo el conjunto. El pegamento y la glicerina se usan para aportar distintas densidades y que la purpurina baje de distintas formas y distintas velocidades.
- Añade la purpurina en la cantidad que desees. También podemos meter algunos pequeños juguetes como las estrellas de la foto de abajo. Mezcla de nuevo.
- Añade mas agua caliente hasta llenar el frasco (dejando algo mas de un dedo de aire para que el contenido se mueva al ser agitado) y mecla de nuevo.
- Cuando el contenido este listo, pega la tapa con alguno de los pegamentos que hemos sugerido, para evitar que se pueda abrir.
Cuando comencemos a introducirlo con los peques, usaremos siempre un tono cordial, daremos instrucciones sencillas para que poco a poco vaya disminullendo su ritmo respiratorio y redirigiendo su atención al frasco y el movimiento de la brillantina.
El uso del frasco de la calma es una técnica, y como toda técnica, requiere cierta práctica.
Es muy importante destacar que NUNCA, hay que imponer su uso, sino irse introduciendo poco a poco hasta que el niño lo acepte. De otro modo, sería como un castigo, tipo el rincón de pensar, y seria contraproducente, pues lo asociaria a algo negativo.