viernes, 4 de marzo de 2016

El control de esfínteres


El control de esfínteres es un paso de gran importancia en el desarrollo mental, emocional y social del niño. Antes de comenzar este control deben darse dos factores esenciales:


  • El niño debe estar maduro, es decir, debe tener la coordinación muscular necesaria que le permita contraer y distender los músculos intestinales y de la vejiga a voluntad en el momento apropiado
  • El niño debe ser capaz de comprender lo que se pretende de èl, y mostrar interés en querer conseguirlo.


Consideraciones importantes a tener en cuenta:

  • Cada niño madura a un ritmo diferente, no podemos hablar de una edad exacta para quitar el pañal, pero la mayoría están listos alrededor de los dos años
  • En un principio combinaremos el pañal (tipo braga) con el orinal o el váter, lo sentaremos cada hora. Esta rutina le ayudará a establecer un horario interno para irles preparando para la retirada del pañal.
  • Cuando se tome la decisión de quitar el pañal debe hacerse de forma definitiva, excepto en las horas de sueño
  • Durante el proceso es necesario que los niños lleven ropa cómoda sín tirantes, cinturones, petos, bodis o cualquier tipo de ropa que dificulte la tarea
  • No es un proceso lineal, pues habrá muchos avances, pero también retrocesos
  • Algunos niños presentan signos concretos no verbales cuando tienen ganas de hacer pis (cruzar las piernas, moverse en el sitio, se esconden buscando intimidad, etc.) cuando se observe este tipo de comportamiento hay que acompañarles al baño
  • La creación de hábitos de higiéne personal es necesaria en los niños para poder adquirir autonomía y adaptarse al medio social, y esto requiere por vuestra parte mantener una rutina, orden y horario fijo para que el niño lo automatize.

Es importante el papel de los padres:

  • Para obtener resultados positivos debéis tener muy claro qué queréis conseguir, acompañar siempre al niño en estas actividades y enseñarle cómo hacerlo
  • Tener en cuenta que cada niño tiene su propio ritmo. Lo mejor es estimularlo positivamente y enseñarlo, sin exigirle
  • No debéis mostrar prisa o presionarle diciendo que tiene que hacerlo en un momento determinado. Debe hacerse en un ambiente relajado, tranquilo y comprensivo
  • Como en cualquier otra actividad, la motivación positiva es beneficiosa (eligios, sonrisas, aplausos). Nunca le regañaremos, ni le ridiculizaremos o compararemos con otros niños que ya lo hayan conseguido. Esto sòlo genera temor y ansiedad en el niño, así como sentimientos de inseguridad totalmente contraproducentes
  • Es necesaria la comunicación escuela-padres, para tomar la decisión de comenzar con el proceso y de los pasos que se van a seguir. Esto facilitará que el niño afiance el hábito
  • Elegir el momento apropiado para quitarle el pañal, teniendo en cuenta que una vez hayaís decido quitarselo no debereís volver a ponerselo (por un viaje, una boda, etc.), ya que eso retrasaía enormemente el proceso
  • Tener en cuenta siempre que no debeís hacer dos cambios juntos quitar el pañal y (el chupete,  comenzar o cambiarlo de escuela, la llegada de un hermanito...)
  • Antes de dormir acostumbrarle a ir al baño, luego podeís ponerle el pañal, y nada mas levantarse quitarle el pañal y volver a llevarle al baño. Muchas veces el pañal aparecerá seco. Cuando eso ocurra durante unos diez días seguidos ya podreís quitarle el pañal de la siesta y posteriormente el de la noche.

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