domingo, 16 de septiembre de 2018

La disciplina


Los niños no siempre hacen lo que los educadores quieren. Cuando el niño se comporta mal, el educador tiene que decidir cómo va a responder. Todos los niños necesitan reglas y expectativas para ayudarles a aprender el comportamiento adecuado.
Los educadores, padres y profesores, deben dejar establecidas de forma clara las reglas de comportamiento adecuado y las consecuencias que tiene romper dichas reglas. Es importante que se vea la disciplina como enseñanza y no como castigo. Aprender a seguir las reglas mantiene al niño seguro y le ayuda a aprender a diferenciar entre lo que es correcto e incorrecto.
Los niños aprenden con la experiencia. Tener consecuencias lógicas para el mal comportamiento ayuda a que ellos aprendan a ser responsables de sus acciones.


Refuerzo positivo

Los educadores siempre deben de reconocer y ofrecer refuerzo positivo y apoyo, especialmente en forma de elogios cuando el niño sigue las reglas y tiene un comportamiento adecuado. Estos elogios hacen que el niño se sienta bien por lo que ha hecho y quiera hacer lo mismo más a menudo. Proporcionan motivación. Sin embargo, los educadores padres y profesores cometemos a menudo el error de centrar la atención en lo que los niños hacen mal, pasando desapercibido lo que hacen bien.
La critica constante combinada con pocos elogios no surte el efecto deseado. El niño requiere constantemente la atención del adulto y la conseguirá como sea. Si el modo de enfocarlo es negativo, entonces el niño usará medios negativos para llamar la atención de los mayores. Si éstos se centran en hechos positivos, se conseguirá una mejor conducta como respuesta, porque de este modo el niño obtendrá más atención.
A veces, es posible que los elogios indiscriminados provoquen problemas con un niño inseguro o que siempre haya sido el centro de atención.

Para suscitar la respuesta requerida el elogio debe ser adecuado. Abrazos, besos y otras señales físicas de afecto junto con las palabras correspondientes son muy eficaces.
Hay que recordar que todo el mundo se cansa de las cosas buenas si se tienen demasiadas. Las mismas frases utilizadas una y otra vez perderán su efecto. Hay que ser creativo.
Los elogios son más eficaces cuando se producen pronto. No debe pasar demasiado tiempo entre el comportamiento positivo del niño y la respuesta del adulto.


Refuerzo negativo

Todos los educadores, tanto padres como profesores tienen firmes opiniones sobre el castigo y todos, lo admitamos o no, hemos usado el castigo en alguna ocasión para enseñar al niño la conducta adecuada.
Seria maravilloso poder educar a los niños sólo utilizando técnicas positivas, pero lamentablemente no es posible. Para enseñarles patrones de conducta deseable, hay que hacer uso de las consecuencias positivas y negativas. El castigo debe usarse de forma eficaz para que sea efectivo, pues si se utiliza sólo no produce los efectos deseados. Ello se debe a que es totalmente negativo pues eneseña al niño sólo lo que no debe hacer en lugar de lo que se debe hacer. Cuando se utiliza aislado, sin el equilibrio de los refuerzos positivos para conductas adecuadas, no enseña al niño cómo remplazar la mala conducta por otra más aceptable.

sábado, 13 de enero de 2018

Los beneficios de las mascotas para los niños


Los beneficios que aporta una mascota a los niños son innumerables. En general, la compañía de un animal, especialmente un perro, mejora la calidad de vida de las personas al preservar el equilibrio físico y mental. Entre los beneficios podemos destacar:
  • Desarrolla las habilidades sociales con más facilidad, como la empatía y la conciencia ecológica que generan sentimientos de comprensión y humanización, y ayudan a gestionar las emociones para interactuar de forma asertiva. 

  • Mejoras la actividad física, ya que el hecho de tener un perro hace que los niños corran más, paseen o jueguen con su animal, abandonando las actividades sedentarias en favor de una vida mas activa.

  • Son facilitadores sociales ya que los niños son más propensos a acercarse e interactuar con otros niños, de esta manera, la mascota se convierte en el puente entre los niños.

  •  Aumenta la autoestima y la confianza en si mismos al sentir que son capaces de cuidar a un ser vivo, y que sus padres así lo reconocen.

  • Contribuyen al desarrollo educativo. Las mascotas les ayudan en el proceso de madurez, les enseña el valor de adquirir un compromiso, lo que facilita la adquisición de responsabilidad al hacerse cargo de la alimentación y cuidado.

  • Facilita la recreación. El tiempo de ocio con una mascota se enriquece ya que se les da la oportunidad de relacionarse, jugar, conectar con otro ser vivo.

  • Reduce es estrés y la ansiedad. El simple hecho de acariciar a una mascota les ayuda a controlar sus impulsos.

  • Menos enfermedades respiratorias  Según un estudio los niños que crecen con mascotas como perros tienen menos posibilidades de desarrollar alergia y asma.

  •  Disminuye la soledad, tener una mascota ayuda en los momentos de tristeza ya que te acompañan continuamente.

 No obstante, y a pesar de las múltiples ventajas es necesario plantearse la decisión de tener una mascota de forma seria y responsable. Una vez decidido que se quiere acoger a un animal, es necesario valorar que mascota seria la adecuada para nuestros hijos, hay que tener en cuenta, por un lado, que tipos de cuidados necesitaria, y por otro, valorar que beneficios nos puede reportar.
Es importante recordar y asumir que también pueden dar problemas relacionados con los habitos de adiestramiento, con las óptimas condiciones de higiene, etc.