El acto de comer es una conducta que pretende cubrir tanto necesidades nutricionales como afectivas. Con frecuencia observamos que existen numerosas familias en la que algunos de los hijos presenta problemas con las comidas: unos rechazan determinados alimentos, otros se niegan a masticar, los hay que sólo comen aquello que les gusta, otros comen a deshora y otros se niegan a comer.
En general, podemos identificar tres grupos diferentes de niños y niñas que presentan algún problema a la hora de comer: los niños inquietos, los que son caprichosos con la comida y los niños que tienen poco apetito. En todos los casos, la manera corregir el problema pasa por la adquisición de buenos hábitos.
Los niños y las niñas nos imitan continuamente, por eso, en el entorno familiar debemos establecer una serie de normas que todos cumplamos:
- Se debe establecer un horario de comidas y respetarlo.
- Hay que comer en un clima de tranquilidad.
- Los niños se sienten mejor si se respetan sus rutinas y les ayuda a centrarse el comer siempre en los mismos lugares, ya sea la cocina o el salón.
- Introduciremos los cambios en la alimentación progresivamente.
- Les ofreceremos una comida variada, sin caer en la monotonia. Es preciso que prueben todo tipo de alimentos para que sea una alimentación equilibrada. No debéis sustituir los alimentos que "no le gustan" por los que él reclama, pues su alimentación se hará caprichosa y restrictiva.
- Enseñaremos a nuestroa hijos e hijas buenos hábitos de higiene y comportamiento en la mesa: comer sin levantarse, utilizar los cubiertos, etc..... No es recomendable que jueguen durante la comida.
- Recordarle las reglas al inicio de la comida, sin regañarle hasta que las interiorice y se convierta en una rutina.
- Dejar que el niño y la niña empiecen a comer solos, aunque se manchen y lo ensucien todo, pues es importante que adquiera autonomía.
- Para introducir un nuevo alimento hágalo con poca cantidad, presentelo de forma atractiva y motivele a que lo pruebe
- No se debe forzar ni apresurar al niño a que coma, aunque si se debe marcar unos limites de tiempo razonable y después retirar el plato, aunque el niño no haya acabado.
- Si el niño no ha terminado toda la comida, no se le debe ofrecer nafa de comer hasta la siguiente comida.
- Si el niño no es muy "comilón" ponga en el plato sólo la cantidad de comida que crea que se va a comer. Acabar toda la comida y ser un campeón es un estímulo para el niño y la niña.
- Recompensar afectivamente al niño cuando sus conductas sean adecuadas durante las comidas es una de las mejores maneras de aprender
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