viernes, 1 de abril de 2016

El lenguaje infantil


El lenguaje es el primer medio de comunicación entre los seres humanos, y una de sus características inherentes. Contribuye de manera fundamental a la aparición y maduración del pensamiento y el razonamiento,


A grandes rasgos la evolución del lenguaje en esta etapa de 0-2 años es la siguiente:














  • A los 4 meses emite sonidos e imita gestos faciales
  • A los 5 meses realiza variaciones en el tono de la voz
  • A los 6 meses vocaliza silabas continuas: ma-ma, pa-pa, ta-ta
  • A los 7 meses sus distintas entonaciones expresan emoción y estados de ánimo
  • A los 8 meses imita algunas palabras dichas por adultos
  • A los 10 meses emite monólogos que le divierten mucho.

  • A los 12 meses puede emitir de 2 a 5 palabras
  • De los 12 a los 18 meses es la etapa de la jerga infantil y de la palabra frase, acompaña el habla con gestos y la comprensión evoluciona más que la expresión
  • De los 18 a 24 meses pasa a más de 50 palabras, mayoritariamente sustantivos. A veces crea palabras nuevas.
  • A los 2 años posee un amplio vocabulario, el habla se hace más clara y ya es capaz de construir frases de 2 o 3 palabras. El lenguaje comprensivo progresa con rapidez. A esta edad se la conoce como la crisis del negativismo, y es una manifestación totalmente normal del desarrollo de la propia autonomía.



Debéis tener en cuenta que, aunque existen patrones considerados normales, la adquisición del lenguaje no se realiza al mismo ritmo en todos los niños. Aún así, es muy importante que les estimuléis, para ayudaros, os dejo algunas pautas para favorecer el desarrollo del lenguaje:

  • Utilizar gestos que apoyen las palabras para ayudar al niño a una mejor comprensión.
  • Empezar por palabras cortas, fáciles de decir y referidas a objetos y situaciones familiares.
  • Ser un buen modelo de lenguaje: hablar claro y lentamente.
  • Decirle lo que hace en el momento que ocurre.
  • Darle tiempo al niño para que se exprese por si mismo. No permitir que otros hablen en su lugar.
  • Respetar los turnos de conversación y preguntarle habitualmente, dándole tiempo para contestar.

  • Ayudar al niño a asociar palabras con objetos y acciones.
  • Motivarle a hablar aunque no lo haga correctamente.
  • Leerle cuentos con frecuencia.

Y siempre, recompensar los esfuerzos lingüísticos del niño.


1 comentario:

  1. Muy chulo. Me gusta mucho el punto de no terminarles las frases. A veces, los adultos somos muy impacientes.

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